En la actualidad, el Barrio de las Letras es uno de los esacios con más encanto y mayores atractivos de Madrid. Su gastronómica es amplia y muy peculiar. Es el corazón literario de la ciudad y en el que vivieron grandes escritores, durante el Siglo de Oro español. Aunque la mayor parte de los inmuebles que se conservan fueron construidos a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, han sobrevivido la Casa Museo de Lope de Vega. Empezamos nuestro recorrido en la Plaza de Santa Ana, centro neurálgico del Barrio de las Letras, famosa por sus terrazas y bares de tapas. Existe desde que se demolió el convento de Santa Ana, durante la expansión de Madrid a principios del XIX. Sus lados están repletos de restaurantes que llenan el espacio central con sus terrazas.
En un extremo está el Teatro Español y en otro el Hotel Me Reina Victoria. Las estatuas de los dramaturgos Federico García Lorca y Calderón de la Barca adornan la plaza.
Antes de bajar por la calle Huertas, podemos avanzar unos metros hacia la calle Atocha. Haciendo esquina tenemos la iglesia de San Sebastián, por donde han pasado multitud de personajes famosos. En su cementerio recibieron sepultura Lope de Vega y Espronceda. En la iglesia fueron bautizados Tirso de Molina, Moratín, Echegaray y Benavente. Celebraron sus bodas Zorrilla, Bécquer y Valle Inclán. En el convento de San Ildefonso de las Trinitarias Descalzas, donde fue enterrado Cervantes.
La calle Huertas es uno de los espacios más concurridos del Barrio de las Letras, cuyos adoquines llevan grabadas citas de grandes escritores en castellano. Su nombre se debe a que aquí se cultivaban unas huertas, como se ve en la placa. A sus lados encontramos bares, restaurantes y comercios con mucho sabor, que en su día frecuentaron Valle Inclán, Ava Gardner o Hemingway.
En la esquina con calle León hay una placa, que nos recuerda el lugar donde vivió y murió el autor del Quijote. Un poco más abajo está la Casa Museo Lope de Vega, en el que el gran dramaturgo español vivió sus últimos veinticinco años de vida, de 1610 a 1635, hasta su muerte
Entre las calles Cervantes y Lope de Vega, está la pequeña calle Quevedo. Una placa en una fachada nos recuerda el lugar donde estuvo la casa del poeta, además de este escritor, tuvo de vecino a Luis de Góngora: hay una placa dedicada a cada uno de ellos en los modernos edificios actuales. Y una más en el suelo recuerda que aquí también nació Echegaray. Hay calles dedicadas a Moratín, Ventura de la Vega. Y tenemos la plaza del dramaturgo Jacinto Benavente.
En la calle Atocha se encontraban los talleres de la imprenta de Juan de la Cuesta, donde se imprimió la primera edición de El Quijote en 1605.
En
el barrio de las letras tienen su sede dos grandes instituciones culturales de
la capital: el Ateneo Artístico, Científico y Literario de Madrid y la Real
Academia de la Historia. El Palacio de Santoña es una de las sedes de la Cámara
de Comercio de Madrid y se utiliza para eventos.
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